El PP parece no aclararse con la postura que hay que tomar en torno al gasto publico. Si hace poco hablamos de la bien pagá, hoy le toca a Esperanza Aguirre. Resulta que la lideresa es el tipo de persona a la que se le puede aplicar el refrán, dime de que presumes y te diré de que careces. Si el rasgo con el que mas presume Aguirre es el liberalismo y exige que los gobiernos no metan sus manos en la economía, ella hace caso omiso y se dedica ha realizar tejemanejes en el consejo de Caja Madrid. Ahora le toca al gasto publico, si Esperanza, presume de ser la que mas y mejor controla el gasto y es austera, ya se pueden imaginar que eso no es cierto. En primer lugar, Aguirre ha ido presentando año tras año unos presupuestos con un techo de gasto cada vez mas alto, y sin embargo el PP nacional le pide al gobierno de Zapatero que lo reduzca. Lo curioso de que ambos presupuestos, los nacionales, presentados por Zapatero, y los autonómicos, es el motivo de ese gasto. Mientras el gobierno central dedica el dinero de todos los españoles a invertir en educación, sanidad o infraestructuras, el techo de gasto del gobierno de Aguirre viene por los gastos de publicidad, ya que las inversiones se han ido reduciendo año tras año en la comunidad de Madrid. Otro de los síntomas del doble rasero del PP viene con los altos cargos, mientras a nivel nacional, el partido de Rajoy ha solicitado en cuatro ocasiones al gobierno que reduzca los altos cargos, en la comunidad de Madrid, Esperanza ha duplicado los altos cargos desde 2003 y ha rechazado la propuesta socialista de reducir en un 25% de altos cargos, porcentaje idéntico a la solicitud del PP a Zapatero. Para mas inri, la lideresa, redujo las ayudas de prevención del VIH, y programas de ayuda a toxicómanos basándose en la crisis y la austeridad, y sin embargo, aumentó las subvenciones a grupos afines al pp y grupos ultra católicos.
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